Tengo cruces en las manos
tengo llagas en los ojos
de llorar tanta piel
de hacer sangrar tantos labios.
He escrutado los caminos del dolor
brújula en mano
de desilusión teñí mi vestido de azucenas.
Ya no tengo miedo de la lágrima
y la niebla
que conjugan el precipicio de la herida
Soy sonrisa,
alegría intermitente,
cuando me sepulta la pena,
Tras perder la barca
y el mar que me lleva.
Tierra de nadie
de hielo deshecha.
Muerte de la duda
renacimiento de medias certezas.
Abismo y tinieblas de risa vacía
de lágrima de amor llena.
Lamento no saber extenderme como Dios manda, pero he de decir que me ha encantado. Que escribes MUY bonito, y que es un placer leerte.
ResponderEliminarMuy bueno, me suscribo. Si te apetece puedes pasarte por mi blog que también es de poesía. (decideelrumbo.blogspot.com.es)
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