10.4.16

Ecuación

Cuando la noche se encierra
y se pliega
-como una camisa-
sobre si misma,
empiezo a buscarme.

Navego por la incertidumbre
de no saber alumbrarme.

Rebusco en el trasiego del día
por si hubiese quedado alguna lumbre.

Anticipo la podredumbre
y curo el espanto que implosiona.

Obedezco al giro
me convierto en punto y coma.

Sin final ni continuación
el veredicto

hace de mi ecuación
un laberinto.

3 comentarios:

  1. Ay Anais, qué manera tan preciosa de brillar! me encanta!

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras. Siempre tan atenta, siempre animándome a seguir. Feliz semana, preciosa. Hasta siempre :)

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  2. Dicen que las noches son lo peor para quien a duras penas pueda mantenerse vivo de día.

    Tú lo dices con un sabor a magia que bendito sea, bendita seas, (y un poquito eterna, siendo egoístas).

    Un saludo,
    S.

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