4.9.14

El mejor regalo


Tú no sabes que es la soledad.
Yo la he abrazado con desesperación 
y daño.
Clavada
y resquebrajada.
Dormida
y despedazada.

Tú no sabes que es el frío
con casa en los huesos,
con ventanas en los ojos.
tiritar tristeza
y
estar solo.

Tú no sabes que es el sol
porque nunca lo has mirado a la cara
porque no nunca has soñado en tenerlo de corazón
y respirar con calor, al fin.

Tú no sabes que es dormir:
solución a todas las heridas.
Anestesia de ruina,
estando perdida.

Tú no sabes que la piel
embruja mis sonrisas
para tapar todas las lágrimas
que se declaran tranquilas
viviendo en el hogar que corresponde a la esperanza
que huyó porque le partieron las alas.

Tú.
Tú no sabes nada,
pero
me has devuelto todo lo que perdí
y me has regalado todo lo que me faltaba.

En mis mejillas florecen rosas y amapolas,
avivando mi sonrisa.
Mi corazón es paloma,
batiendo sus alas
y acariciando la felicidad
de mi alma.

Todo lo demás 
cuervos negros
de camino al olvido
en ocasos rotos
cayendo en el vértigo del ayer.

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