29.9.14

Habitando la vida

Habitan en cuerpo herido
mudanzas danzantes
que dibujan pupilas perdidas.
En el relato
de una noche abierta
se proclama
el viento
cambiante
vencedor
de jugada
inacabada.

Pero no importa
cuando nos crecen soles
en los senos
de la humanidad
y en las palmas
de las manos
de toda enfermedad.

En cualquier cielo
soy capaz de encontrar
una luz de mirada eterna,
una sombra
de tristeza negra
que marcha en forma
de cuervo
a una soledad
de ventanas abiertas.

Siempre me peregrinaré
en las sonrisas
y mis pies andarán
caminos de sangre
y mar eterna.

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